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Van Doren Inc.

I will survive... yeaaahhh!

Se acabó la tristeza y la pena en este mi mundo virtual. No me cuentes penas, cuentáme alegrías, que dice la tonadilla. Casi olvidaba ya el espíritu impulsor de estos minutos gastados delante de la pantalla del ordenador -bien pensado podría utilizarlos en la búsqueda de fotos o samples de pibas formadas como Dios manda, tan a mano en la red-, ese espírítu de último talibán del satirismo masculino redentor en un mundo cada vez más unisex. Ya no caeré más en el error. Esta mi página nació con vocación de reivindicación de lo que algunos ignorantes llaman ridícula obsesión y así continuará per saecula saeculorum.

Fuera los timoratos y los amantes de Esther Cañadas, viva Anna Nicole Smith: abajo Bimba Bosé y su caquexia andante; vivan Tyra banks, Beyoncé Knowles, Jewel De Nyle, Rita Faltoyano -voy a escribir un artículo sobre ella, fijo-, Lindsey Dawn McKenzie, Vía Paxton, Nuria Roca (que con cinco kilos más se sale del espectómetro), Jlo (la incluyo por el culo nada más, que conste), la incomparable porn-star Friday, y todas aquéllas que han sido dotadas de lo que hay que tener. Un aumento de maggioratas supondría indefectiblemente un resurgir del macho territorial, de eso no cabe duda. De nuevo las calles se iluminarían con el resplandor de esas líneas curvas en movimiento; de nuevo habría machos alpha y no seres inclasificables con apariencia masculina.

No hay que pedir perdón a nadie por sentirse arrebatado por la presencia de un pibonazo, no hay que flagelarse porque tus gustos ya no estén de moda. Simplemente que les den por donde más les duela a los que pretendan clasificar de gordas a Marilyn Monroe, Gina Llollobrigida, Sofía Loren, Claudia Cardinale, Antonella Lualdi, Raquel Welch -a esta última me la enrrollaba hasta con su edad actual, lo prometo-.

¿De qué os extrañais? Soy un sátiro y me gusta.

Vae victis.

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